Todas las culturas antiguas desarrollaron técnicas de cómputo, con sus correspondientes instrumentos y notaciones. Se conservan pocos vestigios de esto.
A los instrumentos, hoy se les conoce como hardware y a las técnicas o
procedimientos -la parte inmaterial intangible- como software.
Haciendo una analogía, en la música los instrumentos conforman
el hardware, las partituras y la habilidad para crearlas e interpretarlas
constituyen el software. Un buen instrumento es importante, pero más importante es un buen músico, entre éste y aquél, media una notación musical que define la calidad del producto.