A toda forma proposicional se le puede asociar un valor de verdad, el cual ha de estar en función de los valores de verdad de las variables proposicionales que aparezcan en la forma proposicional y de la estructura de esa forma.
Una asignación es una función que a cada variable proposicional le asocia un valor de verdad . Si v(p)=1 decimos que p es verdadera, en tanto que si v(p)=0 decimos que p es falsa. A toda asignación v la podemos extender a las constantes 0, 1 haciendo p(0)=0 y p(1)=1.
Como un primer enfoque para asociar valores de verdad a todas las formas
proposicionales, sea
una negación y sea
un operador conjuntor. Entonces, a toda
asignación
se le puede extender a una función
de manera inductiva:
Por ejemplo, consideremos las proposiciones que formalizan el acertijo al final de
la subsección anterior. Escribamos a=v(pA), b=v(pB) y c=v(pC). Entonces,
en la interpretación Min-Max se tiene:
Con el mismo ejemplo del acertijo, en la interpretación Producto-D, se
tiene:
Siguiendo con el ejemplo del acertijo, en la interpretación ukasiewicz-D, se
tiene:
En todo cálculo proposicional difuso surgen entonces dos problemas:
La propagación de incertidumbres hacia adelante se restringe, en el caso del cálculo proposicional clásico a la evaluación de tablas de verdad. Prácticamente, las solas definiciones de los, así llamados, operadores veritativos correspondientes a los conectivos proporcionan algoritmos para resolver este problema. Una medida de la dificultad en resolverlo es el número de conectivos que aparecen en la forma proposicional dada: El problema será tanto más tardado cuánto más conectivos aparezcan en la fórmula dada.
El segundo problema, la propagación de incertidumbres hacia atrás, suele decirse, también, de diagnóstico: Si se tiene síntomas con una cierta intensidad, y éstos pueden depender de alguna manera de causas ``atómicas'' distinguidas, entonces ¿en qué medida están presentes esas causas para ocasionar tales síntomas?
Existen diversos tratamientos para estos problemas, los cuales dependen, primeramente, de los operadores veritativos involucrados, y en un segundo plano, de la sintaxis de las formas proposicionales dadas. Los métodos de demostración automática de teoremas resuelven (aún cuando parcialmente) este problema. Remitimos pues al lector a los capítulos en el presente volumen relativos a demostración automática y a programación lógica para conocer algunos de estos métodos. La explotación práctica de esas técnicas ha dado origen a los ``sistemas expertos''. En la literatura técnica (p. ej. [1,8]) se puede encontrar mucha información sobre este tema.