El propósito de la Universidad, consiste en la formación de ciudadanos
capaces de ejercer una práctica profesional y valiosa para la sociedad, crítica
de sus aspectos negativos y ejemplar en cuanto al tratamiento racional de
sus problemas.
Sus funciones sustantivas son la investigación, en la que está presente
el rigor más elevado de la conducta racional; la docencia, en la que dicha
conducta debe imbuirse con el ejemplo y la información adecuada y la extensión,
que es o debe ser su medio de servicio y conocimiento del entorno social.
También la Universidad realiza funciones en apoyo de las anteriores como
son: la promoción, la difusión y la administración. Esta última tiene como
propósito esencial cuidar de la armonía en el uso y desempeño de los
elementos que conforma el patrimonio universitario y que consiste en: el acervo
informativo, la planta física, los recursos financieros y -lo más importante- los recursos humanos.
En todas las actividades que se desarrollan en el ambiente universitario, se observa un denominador común, que consiste de dos elementos fundamentales: la información y el razonamiento.