En 1970, John H. Conway, propone un juego matemático llamado Life el cual aparece publicado en la columna de Martin Gardner [Gardner 70] y dá una nueva línea de estudio de los autómatas celulares. El juego de Life es muy simple, consiste en un espacio cudriculado en donde cada cuadro o célula puede tomar un valor de dos posibles, vivo o muerto; una célula depende de su estado y de sus ocho células vecinas, cuatro ortogonales y cuatro diagonales como lo había hecho anteriormente Moore [Moore 62].
Las reglas del juego son que una célula puede ``nacer'' si hay a su alrededor exactamente tres células vivas, una célula permanece viva sis existen dos o tres células vivas a su alrededor y en los demás casos la célula o permanece inactiva o pasa a estado muerto si se encontraba viva.
A pesar de que las reglas eran simples, el comportamiento del autómata celular se mostraba complejo, razón por la cual, la propuesta de Conway recibió una gran aceptación, a la vez que el acceso a cada vez mejores dispositivos de video aumentó la popularidad de Life.
La conducta de Life es muy similar al de un grupo de microbios en una gota de agua, por ejemplo, existen construcciones llamadas ``gliders'' que son capaces de moverse diagonalmente en el espacio de evolución, otras figuras conocidas como ``space ships'' (naves espaciales) capaces de movimientos horizontales o verticales, además de ``glider guns'' o cañones los cuales producen gliders de manera ilimitada. Estas propiedades hicieron que el estudio de Life ganara popularidad y produjo que muchos investigadores se dedicaran a la investigación de los autómatas celulares.