Acaso debido a que el polaco fue su lengua materna, y éste es un idioma de suyo muy complicado, Biberstein fue un políglota con profundos dominios
de los idiomas que conocía. Tengo por seguro que conocía, además del polaco, el yidish, el ruso, el alemán, el francés, el inglés y, por supuesto, el castellano. Leía autores clásicos (Horacio, Descartes, Newton y Euler) en latín. Acaso el griego, el sefardí y algunos otros idiomas cercanos a los mencionados eran también conocidos por Biberstein.
Me atrevo a suponer que siempre se dispuso a aprender un nuevo idioma para leer a los autores clásicos de la literatura en esa lengua. Es pues el caso que Biberstein conocía el castellano aún antes de conocer cualquier país hispanoamericano y ya entonces leía en nuestro propio idioma a Cervantes, a otros autores del Siglo de Oro y a autores modernos como Borges, Cortázar, Neruda y Sábato.
A mediados de 1959, Biberstein inicia una estancia de tres años en la Universidad de Costa Rica, con un nombramiento de ``Profesor Extraordinario''. Después estuvo siete años en Chile: uno en la Universidad de Concepción y el resto en la Universidad de Chile en Santiago, con sendos nombramientos de profesor titular. Sus últimos tres años en la Universidad de Chile los utiliza para establecer ahí la Facultad de Ciencias. Esto le vale un reconocimiento por la UNESCO. En 1969 realiza una estancia de medio año en la Universidad de Los Andes en Mérida, Venezuela, y desde marzo de 1970 se incorpora a la planta docente de la Escuela Superior de Física y Matemáticas del Instituto Politécnico Nacional (ESFM-IPN), en México, en la cual se mantiene en actividad hasta su fallecimiento, ocurrido el 5 de agosto de 1997.